Nada que hacer mañana

Una hoja en blanco,
un piano abierto,
un bastidor impoluto
y una madrugada con olor a café.

Miles de millones de neuronas conectadas y un corazón latiendo.
Nada que hacer mañana mas que vivir, ja, como si fuera poco.

Vivir y enamorarme una y mil veces mas de vos,
recordarte y sonreír.
Llevarte siempre conmigo,
ver tu reflejo en cada haz de luz y en las noches mas oscuras.
Encontrar tu voz, siempre tu voz, en las doce notas.
Contemplarte en tus trazos, que llenan de vida las paredes.
Ver tu arte renacer, siempre renacer.
Quererte bien.
Nunca mas perderte.
Nada que hacer mañana,
mas que sentir tu esencia en el aire,
tu sabor en la mesa,
tu calor en la cama.

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